Impacto en el desarrollo físico, cognitivo y emocional de la persona con autismo

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento de las personas que lo padecen. Si bien la causa exacta del autismo aún no se conoce completamente, se cree que factores genéticos, inmunológicos, metabólicos y ambientales pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo. Además, se ha observado que las deficiencias nutricionales pueden estar presentes en individuos con autismo, lo que puede afectar su salud y bienestar general.

Las deficiencias nutricionales en personas con autismo pueden ser el resultado de varios factores, como lo son:

• Selectividad alimentaria.
• Sensibilidad a ciertos alimentos.
• Dificultad para masticar o tragar.
• Problemas gastrointestinales.
• Deficiencias enzimáticas.
• Deficiencias en aminoácidos.

SELECTIVIDAD ALIMENTARIA

Es un problema común en personas con trastornos del neurodesarrollo, y se caracteriza por la preferencia por ciertos alimentos y el rechazo de otros. Esta selectividad puede deberse a una variedad de factores, como sensibilidades sensoriales, dificultades en la comunicación y la interacción social, rigidez en las rutinas y patrones de comportamiento repetitivos, entre otros.

Puede presentarse de diferentes formas, como la preferencia por alimentos con texturas específicas, colores, sabores o marcas particulares, así como la resistencia a probar nuevos alimentos o la limitación en la variedad de alimentos consumidos. Esta selectividad puede tener consecuencias negativas en la salud y el bienestar de la persona, ya que puede llevar a deficiencias nutricionales, problemas gastrointestinales, dificultades en el crecimiento y desarrollo, entre otros.

Para abordar la selectividad alimentaria en personas con autismo, es importante trabajar con un equipo multidisciplinario que incluya profesionales de la salud, como médicos, dietistas, terapeutas ocupacionales, terapeutas del habla y terapeutas conductuales. Algunas estrategias que se pueden utilizar para manejar la selectividad alimentaria en personas con autismo incluyen:

1. Evaluar la causa subyacente: Es importante identificar las posibles causas de la selectividad alimentaria, como sensibilidades sensoriales, problemas gastrointestinales, rigidez en las rutinas o ansiedad, intolerancias alimentarias, alergias para poder abordarlas de manera efectiva. Existen muchos test que nos pueden ay
2. Crear un entorno favorable: Crear un entorno tranquilo y libre de distracciones durante las comidas puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la disposición de la persona para probar nuevos alimentos.
3. Introducir gradualmente nuevos alimentos: Es importante introducir nuevos alimentos de manera gradual, comenzando con pequeñas cantidades y combinándolos con alimentos familiares para aumentar la aceptación.
4. Involucrar a la persona en la preparación de alimentos: Involucrar a la persona en la preparación de alimentos puede aumentar su interés y disposición para probar nuevos alimentos.
5. Ofrecer opciones saludables: Ofrecer opciones saludables y variadas puede ayudar a garantizar una ingesta equilibrada de nutrientes y fomentar la exploración de nuevos alimentos.
6. Consultar con un dietista: Trabajar con un dietista especializado en autismo puede ayudar a desarrollar un plan de alimentación personalizado que satisfaga las necesidades nutricionales de la persona y aborde sus preferencias alimentarias.

SENSIBILIDAD, ALERGIAS O INTOLERANCIAS

Las sensibilidades alimentarias e intolerancias a ciertos alimentos son muy comunes en pacientes con afecciones del neurodesarrollo, y pueden contribuir a una variedad de síntomas y problemas de salud. Estas sensibilidades pueden manifestarse de diferentes formas y pueden deberse a una variedad de factores: disfunción intestinal (permeabilidad intestinal), desequilibrios en la flora intestinal (disbiosis intestinal), respuestas inflamatorias, entre otros.

Algunas de las sensibilidades alimentarias más comunes en personas con autismo incluyen:

1. Gluten: pueden ser sensibles al gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. La sensibilidad al gluten puede provocar síntomas gastrointestinales, problemas de comportamiento, dificultades en la concentración y la atención, entre otros.
2. Caseína: La caseína es una proteína presente en los productos lácteos que algunas personas con autismo pueden tener dificultades para digerir. La sensibilidad a la caseína puede causar problemas gastrointestinales, problemas de comportamiento, dificultades en la comunicación y la interacción social, entre otros.
3. Aditivos y colorantes: pueden ser sensibles a ciertos aditivos alimentarios, como colorantes artificiales, conservantes y saborizantes. Estos aditivos pueden desencadenar reacciones adversas en algunas personas, como hiperactividad, irritabilidad, problemas de sueño y dificultades en la concentración.
4. Azúcar: El consumo excesivo de azúcar puede tener un impacto negativo en la salud de cualquier persona, de igual manera afecta el comportamiento de algunas personas con autismo. El azúcar puede contribuir a problemas de atención, hiperactividad, irritabilidad y dificultades en la regulación emocional.

Para identificar y abordar las sensibilidades alimentarias, intolerancias o alergias a ciertos alimentos en personas con autismo, es importante trabajar con un profesional de la salud, como un dietista especializado en autismo o un terapeuta nutricional, quien desarrollará un plan de alimentación personalizado que satisfaga las necesidades nutricionales específicas de la persona y aborde sus sensibilidades alimentarias de manera efectiva.

Algunas estrategias que se pueden utilizar para manejar las sensibilidades alimentarias en personas con autismo incluyen:

1. Realizar pruebas de sensibilidad alimentaria: Se pueden realizar pruebas de sensibilidad alimentarias para identificar posibles desencadenantes de los síntomas y problemas de salud en la persona con autismo, así poder saber a que es intolerante o alérgico.
2. Seguir una dieta de eliminación: En algunos casos, seguir una dieta de eliminación que excluya los alimentos a los que la persona es sensible puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la salud general.
3. Mantener un diario alimentario: Llevar un diario alimentario puede ayudar a identificar patrones entre la ingesta de alimentos y los síntomas experimentados, lo que puede ayudar al personal de salud a identificar posibles sensibilidades alimentarias.
4. Implementar cambios en la dieta: Realizar cambios en la dieta, como reducir el consumo de gluten, caseína, azúcar y aditivos alimentarios, puede ayudar a mejorar la salud y el bienestar de la persona con autismo.

DIFICULTAD PARA TRAGAR O MASTICAR

También conocida como disfagia, es un problema que puede presentarse, puede estar relacionada con una variedad de factores, como problemas de coordinación motora, hipersensibilidad oral y problemas del procesamiento sensorial.

Cuando hablamos de sensibilidades sensoriales la persona por cierta sensibilidad a texturas, sabores o temperaturas, rechaza ciertos alimentos, lo que puede llevar al rechazo del alimento para que lo trague o mastique. Con respecto al procesamiento sensorial su capacidad de percibir y responder a un estímulos o a determinadas sensaciones esta afectado por lo que ciertas sensaciones como la de tener un alimento en la boca no las percibe como un estímulo para su alimentación y vuelve difícil el masticar o tragar.

La hipersensibilidad oral es caracterizada por una mayor sensibilidad en la boca y la garganta y puede que el tragar o masticar alimentos sólidos o inclusive líquidos sea un motivo de molestia e irritación.

Para abordar la dificultad al tragar o masticar en personas con autismo, es importante trabajar en colaboración con un equipo de profesionales de la salud, como un terapeuta ocupacional, un logopeda, un nutricionista especializado en autismo y un médico especializado en trastornos del desarrollo. Nos ayudarán a desarrollar estrategias personalizadas para mejorar la alimentación y promover una alimentación saludable en personas con autismo.

Algunas estrategias que se pueden utilizar para ayudar a las personas con autismo a superar las dificultades al tragar o masticar incluyen:

1. Modificación de la textura de los alimentos: Adaptar la textura de los alimentos (por ejemplo, triturarlos, mezclarlos o suavizarlos) para que sean más fáciles de masticar y/o tragar. Existen emulsificantes cuando los alimentos son muy líquidos y así evitamos riesgos en pacientes con incapacidad para deglutir como lo es la broncoaspiración.
2. Proporcionar apoyo y supervisión durante las comidas: Brindar apoyo y supervisión durante las comidas para ayudar a la persona a masticar y tragar de manera adecuada.
3. Ejercicios y terapia de deglución: Realizar ejercicios y terapia de deglución para mejorar la coordinación y fuerza de los músculos utilizados en la masticación y la deglución.
4. Utilizar estrategias sensoriales: Implementar estrategias sensoriales, como proporcionar utensilios de comida con texturas específicas o utilizar aromaterapia, para ayudar a la persona a sentirse más cómoda durante las comidas.
5. Ofrecer alimentos preferidos: Ofrecer alimentos que la persona disfrute y que sean más fáciles de masticar y tragar puede motivar a comer de manera más efectiva.

Estas deficiencias pueden afectar la absorción de nutrientes esenciales, lo que a su vez puede tener un impacto en el desarrollo físico, cognitivo y emocional de la persona con autismo.

Una de las deficiencias nutricionales más comunes en personas con autismo es la deficiencia de ciertos nutrientes esenciales, como las vitaminas y minerales.

Por ejemplo, se ha observado que muchos individuos con autismo tienen bajos niveles de vitamina D, vitamina B12, hierro, zinc y ácidos grasos omega-3. Estas deficiencias pueden estar relacionadas con una mala alimentación, la falta de exposición al sol, problemas de absorción intestinal o el uso de ciertos medicamentos.

¿CÓMO CORREGIR LAS DEFICIENCIAS EN UN PACIENTE CON AUTISMO?

Lo más importante es realizar las pruebas adecuadas para iniciar una corrección de las posibles deficiencias, al acudir con el médico o nutricionista nos indicará una serie de exámenes o test que debemos realizar para entender cómo está funcionando nuestro cuerpo:

• Exoma: con éste examen podremos observar si existe alguna variante genética que impida la producción de metabolitos en base a los obtenidos en la dieta diaria, absorción y/o metabolismo de alguno de los nutrientes que obtenemos a diario.
• Microbiota intestinal: con este evaluamos no sólo la salud intestinal sino además el eje intestino-cerebro, una microbiota permite:
  • Digerir algunos componentes de los alimentos que el organismo no puede digerir y metabolizar por sí mismo. Por ejemplo, alimentos que generan ácidos grasos de cadena corta insaturados, que son potentes antioxidantes y ayudan a equilibrar los niveles de colesterol y triglicéridos.
  • Producción de vitaminas: algunas fundamentales para el mantenimiento de la salud, como son la vitamina K y la B12. 
  • Regular la secreción de neurotransmisores intestinales, insulina y péptidos fundamentales para procesos vitales. 
  • Regulación del metabolismo y balance energético.
  • Protección de bacterias patógenas que pueden provocar enfermedades.
  • Mantenimiento del sistema inmune: hay estudios que sugieren que hasta el 70% del sistema inmunológico depende de la microbiota. Favorece que el sistema de defensa funcione adecuadamente. 

SUPLEMENTOS PARA EL TEA

• Vitaminas: los estudios muestran deficiencias comunes en vitaminas D, B6, B12, calcio, potasio y colina en niños con TEA, que no siempre se corrigen con suplementos.
• Ácido folínico: las investigaciones indican que el ácido folínico en dosis altas puede mejorar la comunicación y las conductas repetitivas en personas con TEA, especialmente aquellas con autoanticuerpos alfa del receptor de folato.
• Probióticos: si bien los probióticos pueden ayudar a mejorar los síntomas gastrointestinales, como el estreñimiento y el dolor abdominal en el TEA, su impacto en los síntomas centrales del TEA no está bien establecido.
• N-acetilcisteína: La n-acetilcisteína ha mostrado una leve mejoría en la irritabilidad, pero resultados mixtos en las conductas repetitivas en niños con TEA; algunos estudios informaron beneficios y otros no mostraron ninguna mejora.
• Ácidos grasos omega-3: los metanálisis han mostrado resultados mixtos con respecto a los beneficios de la suplementación con ácidos grasos omega-3 en el TEA, y algunos ensayos no muestran una mejoría significativa en los síntomas.

VITAMINAS SOLUBLES EN AGUA

Las vitaminas solubles en agua se absorben fácilmente, y el exceso de vitaminas hidrosolubles se excreta por la orina, por lo que son las más abundantes en la dieta diaria.

• La tiamina juega un papel importante en el metabolismo de grasas, carbohidratos y proteínas. Por tanto, es importante para la función mitocondrial. Las formas biodisponibles de B1 son aliatiamina, lipotiamina y benfontiamina.
• La riboflavina también es importante para el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. También es necesario activar B6 y B9.
• La niacina es importante para el metabolismo celular y es la única vitamina que libera hormonas de crecimiento. También estimula el ácido clorhídrico en el estómago para asegurar una digestión adecuada. La niacina se conoce como “el valium de la naturaleza” porque es muy calmante.
• La B5 o también conocida como ácido pantoténico se llama vitamina antiestrés porque activa las glándulas suprarrenales para que produzcan cortisol. La forma biodisponible de B5 es la coenzima A.

La B6 participa en el metabolismo de la energía, los aminoácidos, los carbohidratos, los lípidos y las hormonas. Además, B6 trabaja para producir neurotransmisores y es responsable de la función nerviosa.

El folato es alimento para el cerebro. Es necesario para producir glóbulos rojos, para la producción de energía y es importante para la división y replicación celular adecuadas.

Vitamina C

La vitamina C es un poderoso antioxidante; por lo tanto, es importante para la inmunidad. Es necesario para ayudar a curar heridas y favorecer la absorción de hierro.

El cuerpo no produce ni almacena vitamina C, por lo que DEBEN consumirse fuentes de vitamina C con regularidad para evitar una deficiencia. Es importante saber que la suplementación con vitamina C está contraindicada en enfermedades renales, niveles elevados de oxalatos y hemocromatosis.

Vitaminas solubles en grasa

Las vitaminas liposolubles deben tomarse junto con una grasa para que se absorban. Pueden acumularse en el hígado; por lo tanto, es fundamental controlar los niveles mediante análisis de sangre.

Vitamina A

La proteína fijadora de retinol que transporta la vitamina A necesita zinc. Por lo tanto, si hay una deficiencia de zinc, la función de la vitamina A suele verse afectada. El zinc convierte el retinol en retina, que es la forma de vitamina A necesaria para los bastones en los ojos.

Vitamina D

La vitamina D es necesaria para ayudar al cuerpo a absorber el calcio y combatir enfermedades e infecciones. La mayor parte de la vitamina D se produce en la piel después de la exposición al sol. Sin embargo, a pesar de recibir mucho sol, todavía es posible que algunos niños no puedan convertir la luz solar en vitamina D de manera efectiva.

Vitamina E

La vitamina E es un antioxidante que previene el daño celular al inhibir la oxidación de las grasas. También ayuda a la función nerviosa, la salud muscular y el metabolismo del colesterol.

Vitamina K

La vitamina K es necesaria para la coagulación de la sangre y la formación de huesos y ayuda a los huesos a absorber el calcio.

Minerales

Los minerales son importantes para los huesos, los dientes, la producción de hormonas, los músculos y la salud del cerebro y del sistema nervioso.

Magnesio

El magnesio es un mineral fundamental necesario para cientos de procesos metabólicos en el cuerpo. Es necesario para la producción de energía, para la absorción de calcio y potasio, para la producción de hormonas y más. Este estudio de 2020 mostró que los niños con autismo y TDAH tenían menos magnesio en el cabello y excretaban demasiado magnesio en la orina.

Hierro

El hierro es necesario para la producción de hemoglobina, que lleva oxígeno de los pulmones a los tejidos.

Zinc

Cada célula humana contiene zinc. Es muy importante para la función inmune y el crecimiento adecuado. Además, el zinc es necesario para la salud reproductiva, el metabolismo energético, el sentido adecuado del gusto y el olfato y para combatir la formación de radicales libres. Se sabe que tomar zinc produce malestar estomacal, así que asegúrese de tomarlo con alimentos Además, el zinc puede reducir los niveles de cortisol; por lo tanto, es mejor tomarlo por la noche ya que es ideal para que el cortisol esté más bajo antes de acostarse.

Lípidos

Los lípidos son grasas que controlan lo que entra y sale de las células.

Los omega 3 mantienen las paredes celulares suaves y no rígidas. El sesenta por ciento del cerebro es grasa; por lo tanto, las grasas saludables son extremadamente importantes para la salud del cerebro. El cuerpo no puede producir ácidos grasos Omega 3, por lo que se consideran “esenciales”. Las formas más biodisponibles de Omega 3 se encuentran en el pescado. Por este motivo se le conoce como aceite de pescado. 

Coenzima Q10

La CoQ10 es fundamental para la producción de energía. De hecho, el ubiquinol es el nutriente más importante para la disfunción mitocondrial, tan común en el autismo. Por este motivo, es muy importante para la función neurológica, la cognición, la función inmune y la circulación. También inhibe la histamina, por lo que puede resultar beneficioso en caso de alergias.

Aminoácidos

Los aminoácidos son los componentes básicos de las proteínas, en datos obtenidos en un estudio demuestran que los niveles de los siguientes aminoácidos eran menores a los valores medios:

• Arginina del 28%
• Glutamato 23%
• Histidina 20$
• Leucina 17%
• Lisina 21%
• Fenilalanina 15%
• Serina 21%
• Taurina 24%
• Treonina 19% 
• Triptófano 22% 

Un estudio evidenció niveles séricos de hidroxiprolina y tirosina en niños con TEA los fueron más de 2 veces y un 11 % más altos en comparación con los valores de control, respectivamente.  Y un análisis de regresión múltiple demostró que los niveles séricos de Leucina y Serina los cuales se evidenciaron a la baja, y los niveles de hidroxiprolina y Tirosina elevados se asociaron significativamente con el TEA.

Los aminoácidos son indispensables para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento adecuado del organismo. Una deficiencia de aminoácidos puede afectar negativamente la síntesis de proteínas, el metabolismo celular y el funcionamiento de diferentes sistemas y órganos del cuerpo.

Algunas consecuencias de las deficiencias de aminoácidos incluyen retardo en el crecimiento y desarrollo, deterioro de la función muscular, debilidad, fatiga, problemas de la piel y el cabello, alteraciones en el sistema inmunológico, entre otras. Estas son las razones fundamentales para evaluar los niveles de aminoácidos en el organismo para detectar posibles deficiencias nutricionales y tomar las medidas necesarias para corregirlas a través de una alimentación balanceada, suplementos nutricionales o tratamientos específicos.

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Bibliografía

Terapia nutricional para el autismo | NICHD Español (nih.gov)

Metabolic interventions in Autism Spectrum Disorder – ScienceDirect

Espectro sérico de aminoácidos en niños con trastorno del espectro autista (TEA) – ScienceDirect