La vitamina D es una pro-hormona con un rol fundamental en el equilibrio de nuestro cuerpo, ayudándonos a mantener un estado de salud óptimo. Posee dos formas naturales, ambas liposolubles: vitamina D3 (colecalciferol) y la vitamina D2 (ergocalciferol).
La vitamina D3 es elaborada en la piel del ser humano y de otros animales, a partir de un derivado del colesterol (7-deshidrocolesterol) con influencia de los rayos UVB del sol, por lo que la luz solar de las primeras horas de la mañana y de las últimas horas de la tarde son las ideales para generar nuestra vitamina D, mientras nuestra dieta sea rica en grasas monoinsaturadas o grasas saludables.
En cambio, la vitamina D2 se produce en las plantas, en los hongos y en las levaduras por la irradiación solar a partir del ergosterol. Ambos compuestos de vitamina D son inactivos biológicamente, por lo que al ser absorbidos y ser metabolizados para producir los metabolitos activos, podemos aprovechar sus beneficios.
De manera comparativa, entre las dos formas de Vitamina D, es la vitamina D3 la que posee mayor actividad y absorción, en cambio la vitamina D2 se absorbe a nivel del intestino tan sólo el 10 al 15%, por lo que no sólo tenemos una absorción insuficiente sino que también posee menor actividad biológica. Por lo que se recomienda tanto el consumo de vitamina D en la alimentación como los “baños de sol” en las horas adecuadas con las protección indicada según nuestro fototipo de piel.
De estos metabolitos biológicamente activos podemos mencionar el calcidiol (25-hidroxivitamina D [25(OH)D] ), que se produce en el hígado a partir de cualquiera de las dos formas, ya sea vitamina D2 o D3. Uno de los metabolitos más importantes es el calcitriol (1,25-(OH)2-D3), producido en el riñón. Por lo que la salud hepática y renal están ligadas a los niveles de metabolitos activos o funcionales de vitamina D
¿Por qué es importante hacer este análisis?
El equilibrio de los niveles de cada nutriente, hormona o sustancia proporciona salud. Por lo que algunas de las funciones de la Vitamina D son:
- Posee un papel fundamental en la absorción del calcio, una de las principales sustancias necesarias para tener huesos fuertes.
- Previene la osteoporosis, la cual es una enfermedad que provoca un deterioro de la micro-arquitectura ósea lo que provoca huesos frágiles y débiles, con tendencia a fracturas patológicas.
- Posee una función indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.
Es muy importante conocer si estamos en una deficiencia de vitamina D, para así poder corregir dicho estado nutricional.
¿Para quién está recomendado este análisis?
Se recomienda para cualquier persona que se sospeche que posee las siguientes condiciones:
- Alimentación carente de alimentos ricos en Vitamina D.
- Poca exposición al sol por ubicación geográfica ya sea por la latitud que pueda generar estaciones como Invierno, por el tipo de clima (nublado constante) o por niebla contaminada (smog).
- Por el fototipo de piel (pieles morenas y oscuras).
- Pieles seniles (envejecidas) donde las células ya se encuentran desgastadas histológicamente y no realizan las misma funciones. De esta manera podemos evaluar los niveles de vitamina D y así de existir una deficiencia, podemos conocerla.
- Personas con trastornos que limitan la absorción de las grasas: Enfermedad de Crohn, Enfermedad celíaca o Colitis ulcerosa. Como la vitamina D se absorbe en el intestino en conjunto con las grasas. De tal manera, si el cuerpo presenta problemas para absorber las grasas, también los tendrá para absorber la vitamina D.
- Personas que sufren de obesidad o que han tenido una cirugía de derivación gástrica. Estas personas suelen necesitar más vitamina D que otras.
La luz solar a través de ventanas, solarium o en la sombra no es útil en la producción de Vitamina D, por eso la importancia de protegerse adecuadamente con filtro solar adecuado a nuestra piel y así poder tomar “baños de sol” por 15 a 20 minutos en las tres primeras horas de la salida del sol y en la última hora antes de la puesta de sol.
¿Cuándo podemos observar los resultados alterados?
El requerimiento mínimo establecido es de 800 UI lo cual aplica en personas sanas con una dieta balanceada con buena exposición al sol y sin ningún tipo de deficiencia. Ahora en personas con deficiencia de Vitamina D se recomienda el uso de suplementos posterior al diagnóstico de la deficiencia de Vitamina D, con dosis de 2000 UI e inclusive 4000 UI.
Alimentos con alto contenido de Vitamina D
Recordemos que la absorción de la vitamina D a nivel intestinal es tan solo del 10 al 15% por lo que si consumimos 100 gr. de Salmón fresco tan solo absorberemos 42 a 48 UI de los 280 a 320 UI que nos proporciona dicha cantidad de alimento. Podemos guiarnos en algunos alimentos que nos pueden proporcionar altas cantidades de Vitamina D:
Aceite de hígado de bacalao | 10 000 UI/100 ml |
Bonito, arenque, atún frescos | 800 – 1000 UI/100 g |
Caballa del atlántico fresca | 360 UI/100 g |
Boquerón, sardina, salmón frescos | 280 – 320 UI/100 g |
Conservas de atún, caballa, sardinas en aceite | 220 – 330 UI/100 g |
Langostino | 720 UI/100 g |
Hígado de pollo | 80 UI/100 g |
Hígado de ternera | 15 – 50 UI/100 g |
Leche no enriquecida | 3- 40 UI/100 g |
Mantequilla no enriquecida | 30 – 32 UI/100 g |
Yogur no enriquecido | 2.4 UI/100 g |
Queso manchego viejo | 80 UI/100 g |
Queso de bola | 7.2 UI/100 g |
Champiñones expuestos 30 minutos al sol | 400 UI/100 g |
Niveles de Vitamina D en sangre
Podemos guiarnos según:
- Valores tóxicos: ≥150 ng/mL.
- Valores recomendables: 30-60 ng/mL (75-150 nmol/L).
- Insuficiencia relativa: 21-29 ng/mL (52-72 nmol/L).
- Insuficiencia o déficit de vitamina D: ≤20 ng/mL (37,5-50 nmol/L)
- Déficit severo: ≤5 ng/mL.
Donde 40 Unidades Internacionales (UI) de vitamina D3 equivalen a 1 μg/ml, es decir 0.001 mg. Por lo que si tenemos un déficit en 10 ng/mL, debemos consumir aproximadamente 6.000 a 8.000 UI recordando que de éstas 8.000 UI absorveremos tan solo 800-900 UI que equivalen a los 20 ng/mL necesarios para suplir la carencia planteada.
La mayor parte de la población posee niveles insuficientes de vitamina D, y los mayores de cincuenta años poseen más riesgo de deficiencia de vitamina D debido a que a medida que envejecemos, la piel pierde la capacidad de sintetizar, y los riñones tienen menos capacidad de convertir el metabolito en su forma activa.
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Síntomas asociados a déficit de Vitamina D
Algunos de los síntomas de alerta para considerar realizarnos pruebas de vitaminas D, para así mejorar nuestra alimentación y/o tomar los suplementos son:
- Dolor en los huesos.
- Debilidad muscular.
- Fátiga.
- Malestar general.
- Disminución de la masa o densidad ósea.
- Retraso del crecimiento en los niños.
- Pie equinovaro o arqueamiento de las piernas o pies.
- Retraso en el nacimiento de los dientes del bebé y caries.
- Osteomalacia u osteoporosis en adultos.
- Raquitismo en los niños.
- Debilidad en los huesos, osteopenia.
- Espasmos musculares.
- Infecciones a repetición.
- Infecciones viral con frecuencia o reincidencia.
Por lo que se recomienda realizarse una prueba y acudir con su médico de preferencia para establecer una dieta adecuada y la cantidad de suplemento a tomar de manera diaria.
Métodos de Análisis
Para poder diagnosticar los niveles de Vitamina D se toma una muestra ya sea de sangre venosa o de sangre capilar (sangre seca) y con ella se busca medir o cuantificar los niveles de concentración séricos del metabolito activo, detectando así el calcidiol (25-hidroxivitamina D [25(OH)D] ), lo cuales deben estar ≤20 μg/ml para establecer un diagnóstico de Deficiencia de Vitamina D.
No olvides acudir a tu médico con frecuencia, realizando chequeos semestrales o anuales.
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