Hoy, en el Día Internacional de la Celiaquía que se celebra el 16 de mayo, queremos hablar sobre esta enfermedad, que quizás no conozcas en detalle, pero que es más común de lo que piensas. Además, mencionaremos una curiosidad relacionada con el autismo y la importancia de descartar la celiaquía en casos de trastornos del neurodesarrollo.
¿Qué es la celiaquía?
La enfermedad celíaca es una afección autoinmunitaria en la que el consumo de gluten, una proteína presente en alimentos como el trigo, la cebada y el centeno, provoca daño en el intestino delgado, lo que dificulta la absorción de nutrientes. Afecta aproximadamente al 1% de la población mundial.
Cómo reconocer los síntomas de la celiaquía
Los síntomas pueden variar ampliamente entre los individuos, y algunas personas pueden no experimentar síntomas evidentes. Sin embargo, es importante estar atento a las señales comunes de la enfermedad. A continuación, se presentan los síntomas típicos de la celiaquía:
Síntomas gastrointestinales de la celiaquía
Los síntomas gastrointestinales son los más comunes en la celiaquía y pueden incluir:
- Diarrea crónica o intermitente
- Hinchazón abdominal y gases
- Dolor abdominal y cólicos
- Estreñimiento
- Náuseas y vómitos
- Pérdida de peso inexplicable
- Heces malolientes, grasosas o de color pálido
Síntomas extraintestinales de la celiaquía
Los síntomas extraintestinales también pueden ser un indicativo de celiaquía, aunque no estén directamente relacionados con el tracto gastrointestinal:
- Fatiga y debilidad
- Anemia por deficiencia de hierro
- Dolores de cabeza y migrañas
- Dolor articular y muscular
- Dermatitis herpetiforme (erupción cutánea con picazón)
- Problemas dentales y aftas bucales
- Infertilidad y problemas reproductivos
- Fallo en el crecimiento y desarrollo en niños
- Alteraciones del estado de ánimo, como irritabilidad, depresión o ansiedad
Síntomas atípicos y silenciosos de la celiaquía
Algunas personas con celiaquía pueden experimentar síntomas leves o atípicos, o incluso no presentar síntomas en absoluto. Estos casos se denominan celiaquía silenciosa o asintomática. A pesar de la falta de síntomas obvios, la enfermedad puede estar causando daños internos en el intestino delgado.
Gluten y su relación con la celiaquía: entendiendo la conexión
Cuando una persona con celiaquía consume alimentos que contienen gluten, su sistema inmunológico reacciona de manera anormal al gluten, atacando y dañando las vellosidades intestinales. Las vellosidades son pequeñas proyecciones en la superficie del intestino delgado que ayudan a absorber los nutrientes de los alimentos. La respuesta autoinmunitaria a la ingesta de gluten provoca inflamación y daño en el intestino delgado, lo que conduce a una absorción deficiente de nutrientes y una variedad de síntomas asociados.
La importancia de una dieta libre de gluten en la celiaquía
Para las personas diagnosticadas con celiaquía, es crucial seguir una dieta estricta libre de gluten de por vida. Al eliminar el gluten de la dieta, la inflamación y el daño en el intestino delgado pueden disminuir, lo que permite la recuperación y la regeneración de las vellosidades intestinales. Esto, a su vez, mejora la absorción de nutrientes y alivia los síntomas de la enfermedad.
Diferencia entre la celiaquía y la sensibilidad al gluten no celíaca
Es importante destacar que no todas las personas que experimentan síntomas al consumir gluten tienen celiaquía. La sensibilidad al gluten no celíaca es una condición distinta que también provoca síntomas al consumir gluten pero sin la respuesta autoinmunitaria y el daño intestinal asociados con la celiaquía. Las personas con sensibilidad al gluten no celíaca también pueden beneficiarse de una dieta libre de gluten para aliviar sus síntomas.
Listado de alimentos que contienen gluten: lo que debes saber para una dieta libre de gluten
El gluten se encuentra en muchos alimentos comunes. A continuación, se detallan los alimentos que suelen contener gluten:
Trigo: fuente principal de gluten en la dieta
El trigo es el cereal más conocido por contener gluten y se encuentra en una amplia variedad de productos alimenticios, como panes, pastas, galletas, pasteles, cereales y muchos alimentos procesados.
Cebada: otra fuente común de gluten
La cebada también contiene gluten y se utiliza en la fabricación de cerveza, malta, sopas, salsas, alimentos procesados y algunos productos de panadería.
Centeno: cereal menos común pero con gluten
Aunque el centeno es menos común que el trigo y la cebada, también contiene gluten. Se utiliza en la fabricación de pan de centeno, cerveza y algunos alimentos procesados.
Triticale: híbrido de trigo y centeno
El triticale, un híbrido de trigo y centeno, también contiene gluten y se encuentra en algunos productos de panadería y cereales.
Avena: riesgo de contaminación con gluten
Aunque la avena en sí misma no contiene gluten, a menudo se contamina con gluten debido al procesamiento y al contacto con otros cereales que sí lo contienen. Asegúrese de buscar avena certificada sin gluten si es necesario.
Alimentos procesados con gluten
Muchos alimentos procesados contienen gluten como aditivo, espesante o estabilizante. Algunos ejemplos incluyen salsas, aderezos para ensaladas, embutidos, patés, sopas enlatadas y golosinas.
Alimentos imitación que pueden contener gluten
Algunos productos diseñados para parecerse a otros alimentos, como «carnes» vegetarianas y «quesos» veganos, también pueden contener gluten.
Prevalencia en el mundo
Aunque la enfermedad celíaca es más frecuente en Europa y América del Norte, no es exclusiva de estas regiones. De hecho, se estima que hay millones de personas afectadas en todo el mundo, muchas de las cuales no han sido diagnosticadas. Es crucial crear conciencia sobre la celiaquía para mejorar el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
Diagnóstico y pruebas
El diagnóstico de la celiaquía comienza con un análisis de sangre que mide los niveles de ciertos anticuerpos, como los anticuerpos anti-transglutaminasa tisular (tTGA) y los anticuerpos antiendomisio (EMA). Si los resultados son positivos, se recomienda realizar una biopsia del intestino delgado para confirmar el diagnóstico.
Importancia de las pruebas genéticas en el diagnóstico de la celiaquía
Además de los análisis de sangre y las biopsias, las pruebas genéticas también pueden ser útiles en el diagnóstico de la celiaquía. Estas pruebas ayudan a identificar la presencia de ciertos genes asociados con la enfermedad, lo que puede proporcionar información valiosa sobre la predisposición genética de una persona a padecer celiaquía.
Los dos principales genes que se analizan en las pruebas genéticas para la celiaquía son el HLA-DQ2 y el HLA-DQ8. Alrededor del 95% de las personas con celiaquía poseen uno o ambos genes. Sin embargo, tener estos genes no significa necesariamente que una persona desarrollará la enfermedad, ya que también están presentes en aproximadamente el 30-40% de la población general. Las pruebas genéticas pueden ser útiles para descartar la celiaquía en casos dudosos, ya que la ausencia de estos genes hace muy poco probable que una persona padezca la enfermedad.
Celiaquía y autismo: la sorprendente conexión entre ambos trastornos
En aproximadamente el 1% de los casos diagnosticados de autismo, la causa real es la celiaquía no diagnosticada. Al recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados para la celiaquía, los síntomas relacionados con el autismo pueden desaparecen. Por lo tanto, es esencial descartar la celiaquía en personas con trastornos del neurodesarrollo como el autismo.