Este artículo es un resumen en castellano de la publicación Dr Daniel A. Rossignol y el Dr Richard E Frye. Puede encontrarla aqui.
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo prevalente y de por vida sin cura conocida. Los tratamientos estándar de atención son efectivos en algunas personas, pero no en todas. Una mejor comprensión de las anomalías fisiológicas subyacentes esta empezando a emerger con evidencias que apoyan las anormalidades en la función inmunológica, convirtiendo al sistema inmunitario en un objetivo potencial para el tratamiento del autismo.
Varios tratamientos comunes para los niños con TEA también tienen efectos sobre el sistema inmunológico, lo que sugiere que su efecto en TEA puede estar relacionado en parte con sus efectos en la modulación de la función inmune. Testar el sistema inmune
Este estudio ha encontrado que existe evidencia limitada de que algunos niños con TEA tienen concentraciones anormales de IgG
Este Meta-Análisis apoya la idea de que al menos un subconjunto de niños con TEA tienen anormalidades inmunes, particularmente en la inmunidad humoral caracterizada por una anormal concentración de inmunoglobulinas y puede responder al efecto inmunomodulador de la terapia IVIG (inmunoglobulinas intravenosas). Este estudio ha encontrado que existe evidencia limitada de que algunos niños con TEA tienen concentraciones anormales de IgG, pero esto puede deberse a un subgrupo con anormalidades.
El otro hallazgo importante en este metaanálisis fue una elevación de IgG4 subclase. Las variaciones en la concentración de IgG podrían estar relacionadas con la gravedad de los síntomas del TEA, lo que sugiere que, para algunas personas con concentraciones anormales de IgG, la IVIG puede ser un tratamiento idóneo.
Las inmunoglobulinas intravenosas como tratamiento
El IVIG tiene muchos otros efectos clínicos además de reemplazar la IgG endógena. El IVIG puede modular el sistema inmunológico y se usa comúnmente en trastornos neurológicos para tratar procesos fisiopatológicos que impliquen una activación inapropiada del sistema inmunitario. El IVIG es un tratamiento común porque generalmente se tolera bien con un mínimo de efectos secundarios leves. Además, frente a otros tratamientos que modulan el sistema inmunológico, IVIG modula la función inmunológica al tiempo que proporciona protección inmunológica, por lo que se minimizan las preocupaciones por la supresión inmunológica y las infecciones oportunistas.
En general, IVIG parece ser eficaz en muchos niños con TEA, particularmente en aquellos con problemas inmunológicos identificados al testar el sistema inmune también parece ser bien tolerado. Sin embargo, la calidad de la evidencia para el uso de IVIG todavía está por debajo de lo que se acepta comúnmente para un tratamiento usado de forma rutinaria ya que la mayor parte de los estudios no fueron controlados.
Se requieren más estudios, pero estas primeras evidencias abren camino a una nueva línea de investigación prometedora.