El mineralograma es un estudio no invasivo especializado con alta sensibilidad para medir los valores en nuestro cuerpo de minerales y oligoelementos, los cuales nos dan un valor diagnóstico temprano y reciente. Es decir los datos que refleja el mineralograma nos dan un indicio de las carencias o excesos en nuestro cuerpo, y de ésta manera corregir la causa devolviendo el equilibrio a nuestro medio interno.

Un mineralograma es ideal como indicador biométrico, de ésta manera podemos indagar en los procesos metabólicos intracelulares, a diferencia de los análisis hemáticos que son igualmente indicadores biométricos pero del transporte de los minerales, es decir el mineralograma es un indicador del funcionamiento intracelular y el test en sangre de elementos y/o electrólitos es un indicador extracelular.

Muchas de las deficiencias nutricionales en múltiples países en especial en la población infantil se basan en las carencias de las vitaminas liposolubles A y D, hierro, ferritina y algunos oligoelementos como el zinc y el cobre. Éstas carencias son uno de los factores que intervienen principalmente en los bajos percentiles de crecimiento y el desarrollo infantil psicomotor.

Sin embargo, los déficits por macro y/o microelementos son sub-diagnosticados debido a la poca implementación de pruebas tanto de los servicios de salud pública como de los servicios de salud privados.

¿Son esenciales?

Existe una multitud de funciones moleculares de los elementos metálicos en nuestro cuerpo, por muchos años los investigadores han buscado una escala en la redistribución para entender las funciones moleculares. 

Son tantas funciones, tantas proteínas, tantas enzimas en diferentes órganos, en diferentes receptores celulares. Es una tarea extensa, meticulosa y dura en la que podemos en algún futuro entender todo el árbol de procesos bioquímicos que nuestro cuerpo realiza.

En pocas palabras los minerales son nutrientes que mantienen nuestro cuerpo sano y en equilibrio y que requerimos en cantidades pequeñas en comparación a los macroelementos como los hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Y son considerados micronutrientes como lo son las vitaminas; la diferencia radica en que los minerales son moléculas inorgánicas y las vitaminas son moléculas orgánicas.

Lo bueno versus lo malo

Podemos clasificarlas de manera sencilla los esenciales para el metabolismo humano y los tóxicos para nuestro organismo, por lo que tenemos:

Macroelementos esenciales

Nuestro organismo los necesita en cantidades superiores a 100 mg al día, como por ejemplo:

• Calcio (Ca).
• Fósforo (P).
• Sodio (Na).
• Potasio (K).
• Cloro (Cl).
• Magnesio (Mg).
• Azufre (S).

Calcio

Cuando la deficiencia es leve suele ser asintomática, pero al ser una deficiencia moderada podemos comenzar a evidenciar síntomas como calambres, debilidad muscular o espasmos musculares, fatiga, irritabilidad, hormigueo esporádico. En los casos graves algunos de los síntomas son los calambres musculares, confusión y hormigueo en los labios y los dedos.

Fósforo

Algunos de los síntomas de deficiencia de fósforo (hipofosfatemia) son inapetencia, anemia (recuento bajo de glóbulos rojos), debilidad muscular, problemas de coordinación, dolor óseo, huesos débiles, malformaciones óseas, mayor riesgo de infección, ardor o picazón (prurito) en la piel e inclusive puede llegar en deficiencias severas a presentar confusión

Sodio

Los niveles bajos (hiponatremia) pueden causar ciertos síntomas como náuseas, mareos, sed, dolor de cabeza, confusión y fatiga. Sumado a otros síntomas en deficiencias moderadas a severas como lo es un estado neurológico de letargo.

Potasio

Algunos de los síntomas en la deficiencia de potasio (hipokalemia o hipopotasemia) son estreñimiento o constipación, palpitaciones, fatiga, dolores musculares, debilidad y espasmos musculares, sensación de hormigueo o entumecimiento, algunas veces puede presentar rigidez muscular espontánea.

Cloro

La deficiencia de cloro (hipocloremia) puede generar síntomas como debilidad, mareos, espasmos musculares, dolor de cabeza, naúseas, vómitos, fatiga, hipotensión. En los casos severos puede llegar a un estado tetánico.

Magnesio

Un déficit de magnesio (hipomagnesemia) genera ciertos síntomas en deficiencias leves como lo son movimientos anormales de uno o ambos ojos (nistagmo), fatiga, espasmos musculares, debilidad muscular, entumecimiento u hormigueo, sudoración; en deficiencias moderadas genera convulsiones y arritmias cardiacas.

Azufre

Las deficiencias de azufre generan problemas en la síntesis de colágeno, lo que genera retraso en el crecimiento en la infancia y dificultad en la regeneración de tejidos en los adultos. También puede presentar dolor articular, tendinitis, disminución de las funciones hepáticas por lo que puede aumentar la tendencia a obesidad. Tiene algunos efectos sobre el sistema nervioso como contribuir a sufrir de Alzheimer o empeorar la evolución del mismo. El consumo de sustancias con tabaco reduce su absorción a nivel intestinal.

Microelementos esenciales

Nuestro cuerpo los requiere en cantidades inferiores a 100 mg al día, como por ejemplo:

• Hierro (Fe).
• Flúor (F).
• Zinc (Zn).
• Cobre (Cu).

Hierro

Algunos de los síntomas de la deficiencia de Hierro son la debilidad, piel pálida que son consecuencias de una anemia consecuente. Otros síntomas son uñas quebradizas, dolor de cabeza, mareos, vértigo. En deficiencias moderadas puede presentar arritmias, dificultad para respirar, fatiga extrema.

Flúor

La deficiencia de flúor es rara, se asocia a síntomas como aumento de las caries, debilidad en los dientes y debilidad ósea, dolor óseo, artralgias. En los casos más crónicos y severos puede llegar a propiciar osteoporosis.

Zinc

La deficiencia de Zinc genera síntomas como caída del cabello, disminución o pérdida del apetito, dificultad en la regeneración de la piel, dificultad para concentrarse en actividades cotidianas. En los niños puede generar retraso en el crecimiento y desarrollo psicomotor. 

Además el Zinc es un regulador de la inmunidad innata y adaptativa, por lo que las carencias del mismo pueden generar una respuesta inmunitaria deficiente. Al igual que el resto del cuerpo la inmunidad intestinal es clave, por lo que una deficiencia puede generar enfermedades inflamatorias intestinales.

Cobre

Las deficiencias de cobre conllevan a palidez cutánea, fatiga, disminución de la respuesta inmunitaria, debilidad ósea y aumento de las posibilidades de fracturas, hormigueo. En casos moderados se observa anemia, disminución de la concentración, problemas para producir colágeno. En casos severos existe una baja síntesis de neurotransmisores y deficiencias en la metilación.

Elementos traza esenciales y Oligoelementos

La necesidad de los elementos traza se encuentra en cantidades inferiores a 1 mg al día, como por ejemplo:

• Yodo (I).
• Cromo (Cr).
• Molibdeno (Mo).
• Selenio (Se).

Yodo

Se encuentra en la sal de mesa y gracias a ésto disminuyó mucho su deficiencia, la cual se expresa en problemas del desarrollo neurológico, alta frecuencia en los abortos y partos prematuros, sordomudez, disminución de la fertilidad, en los niños puede generar retraso en el desarrollo psicomotor y en su crecimiento.

Cromo

Varios de los síntomas son pérdida de peso, confusión, pérdida constantes de la coordinación y el equilibrio, tendencia a la hiperglucemia (altos niveles de azúcar en la sangre) por lo que aumenta el riesgo de padecer de Diabetes mellitus.

Molibdeno

Algunos de los síntomas que pueden observarse son taquicardia, dolor en las articulaciones, dolores de cabeza, mareos, náuseas e inclusive puede llegar a vómitos. En los bebés puede generar convulsiones e incluso encefalopatía.

Selenio

La deficiencia de Selenio puede generar inapetencia sexual, problemas de fertilidad en el hombre, apatía, ansiedad, dificultad para concentrarse, pérdida del cabello, uñas débiles y quebradizas, cansancio y debilidad generalizada.

Elementos contaminantes 

Así como existen los elementos inorgánicos esenciales que nuestro cuerpo necesita y nos hacen bien, existen elemento tóxicos o contaminantes como lo son:

• Plomo (Pb).
• Cadmio (Cd).
• Mercurio (Hg).
• Arsénico (Ar).
• Boro (B).
• Aluminio (Al).
• Litio (Li).
• Bario (Ba).
• Antimonio (Sb).
• Berilio (Be).
• Bismuto (Bi).
• Cesio (Cs).
• Cobalto (Co).
• Gadolinio (Gd).
• Germanio (Ge).
• Oro (Au).
• Manganeso (Mn).
• Palladium (Pd).
• Platino (Pt).
• Plata (Ag).
• Telerium (Te).
• Talio (Ti).
• Torio (Th).
• Estaño (Sn).
• Titanium (Ti).
• Tungsteno o Wolframio (W).
• Uranio (U).
• Vanadium (V).

Cada una de las intoxicaciones por estos metales genera ciertos daños en nuestro cuerpo y abarcan múltiples órganos, la afinidad de los metales a los receptores celulares es amplia y algunos órganos pueden almacenar el metal y luego liberarlo.

De aquí radica la importancia de realizar controles de laboratorios y controles médicos, disminuir la exposición a metales, utilizar productos orgánicos; todo en pro de una vida más saludable y natural.

¿Por qué hacerme un Mineralograma?

La afectación por intoxicación es amplia y abarca muchos síntomas:

• Sistema nervioso central: Los síntomas iniciales abarcan cefalea y debilidad generalizada acompañados de insomnio, irritabilidad y pérdida de la líbido. Las intoxicaciones más fuertes abarcan encefalopatía aguda, subaguda y crónica con afectación cognitiva y del ánimo.
• Sistema nervioso periférico: Son más silentes son síntomas iniciales abarcan una destrucción de las células de Schwann seguida de desmielinización y degeneración axonal, que genera una múltiples afecciones (pérdida de la visión, debilidad muscular, rigidez muscular, espasmos, pérdida de la coordinación, alteración de la sensibilidad, problemas para caminar, cambios en la función de la vejiga y los intestinos) que llevan a una polineuropatía periférica de predominio motor sobre todo en extremidades superiores y en el lado dominante. 
• Sistema hematopoyético: anemia con punteado basófilo en los hematíes. 
• Sistema gastrointestinal: dolor abdominal de tipo cólico, anorexia, vómitos y crisis de estreñimiento alternando con diarrea. Puede aparecer un ribete gris o azulado gingival. 
• Riñón: puede producir insuficiencia renal. También se asocia con hipertensión arterial y gota.

Si tienes alguno de estos síntomas y quieres salir de dudas Enevia Health pone a tu disposición los siguientes mineralogramas:

• Dr Data- especificar por país

• Microtrace

• Teletest

Un aporte óptimo de minerales en nuestra dieta nos proporciona un sistema inmunológico fuerte, estado físico y mental saludable, y una capacidad de regeneración óptima.

El Mineralograma permitirá observar y comprobar tu estado de salud actual y las tendencias a las enfermedades futuras a través del análisis de minerales. Así podemos tomar las medidas correctivas ante cualquier deficiencia o intoxicación.

Metabolismo en el Autismo

El hígado es el gran metabolizador, aunque el microbioma en nuestro tracto gastrointestinal degrada, metaboliza y conforma muchas sustancias útiles para nuestro organismo pero en menor instancia en comparación con el hígado. Por lo que es un órgano de suma importancia en el manejo del niño con Espectro Autista. 

Las funciones de metabolización o detoxificación en el niño con Espectro Austista se ven alteradas por razones multifactoriales como lo son alteración o carencia de enzimas, aminoácidos, proteínas transportadoras, bloqueo o disminución de los receptores celulares. 

Alimentos, microbioma y su importancia

El contenido de minerales es variable según el origen de cada alimento. Además, existe una sustancia que funciona como antinutriente y está presente en algunos alimentos, ésta impide la absorción de los minerales porque forman con ellos complejos insolubles que precipitan, y de esta manera no son absorbidos en el intestino delgado como por ejemplo el ácido fítico presente en muchos vegetales.

Esta función quelante secuestra los minerales de manera indiscriminada provocando déficit importantes no solo de minerales sino también de Niacina (Vitamina B3). Aunque el ácido fítico posee muchos beneficios no es recomendable en personas con déficit nutricionales sobre todo en países en vías de desarrollo o países subdesarrollados.

Pero nuestro microbioma intestinal es sabio y amplio, en nuestro intestino se encuentran los lactobacilos los cuales tienen muchas funciones entre esas están la de hidrolizar estos complejos no solubles de ácido fítico con los minerales y así podremos absorber los minerales que ingerimos. 

De igual manera el ácido ascórbico (Vitamina C) ayuda a reducir el efecto del ácido fítico sobre el hierro, logrando así que lo podamos absorber. Por lo que una alimentación balanceada sin eliminar grupos alimenticios sin supervisión nutricional y médica es clave para un equilibrio armonioso en nuestro cuerpo.Pero no todo es malo con el ácido fítico, aún existen investigaciones que avalan su efecto en la disminución del estrés oxidativo en el lumen intestinal, y de manera intracelular es un cofactor de reparación del ADN. Por lo que solventar primero los déficits nutricionales es clave, para incluirlo en nuestra alimentación y así tener una vida más saludable y equilibrada.

Fuente de la información: Autism Research Institut. https://scholar.google.co.ve/scholar?q=Autism+Research+Institute.&hl=es&as_sdt=0&as_vis=1&oi=scholart

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